Si tratásemos de definir la fuerza seguro que cada uno de nosotros ofreceríamos una versión diferente, algunas personas opinan que la fuerza es no fallar nunca, no deprimirse y permanecer imperturbables ante cualquier situación que te imponga la vida, otros consideran que la fuerza es ser superior, un ganador que señala al débil. Yo me encuentro entre los que piensan que la verdadera fuerza se encuentra en creer en uno mismo y en tus propias posibilidades, conocer tus debilidades y sobretodo aceptarlas. No hay nada de malo en ser débiles, ya que lo realmente importante es aprender a reconocer.
El verdadero poder mental se encuentra en aceptar. Se requiere una verdadera fuerza para reconocer los propios errores, admitir la derrota o ir en contra del deseo interno de ser superior.
Si crees, todo se puede lograr. Vivir para cumplir metas, reconocer tus propios errores, caer y levantarse todas las veces que sea necesario, llorar, reír, amar y encontrar la felicidad en las pequeñas cosas.